Una Herencia Familiar de Vino Artesanal Desde el Siglo XVII

En el corazón de la tradición vitivinícola española, Bodegas Peñafalcón se erige como un símbolo de excelencia y pasión por el vino. Fundada por los antepasados de Casimiro y María José Arranz, esta bodega de larga tradición familiar ha mantenido viva una herencia de elaboración artesanal desde el siglo XVII. En la actualidad, bajo la dirección de Casimiro y su esposa, la bodega continúa su legado, produciendo vinos elegantes y de calidad en pequeñas cantidades.

La historia de Bodegas Peñafalcón es un viaje a través del tiempo, donde cada botella cuenta la historia de generaciones dedicadas a la creación de vinos únicos. Desde los antiguos lagares, donde los primeros ancestros de los propietarios elaboraban el vino, hasta las modernas instalaciones de la bodega, la esencia de la tradición sigue presente en cada paso del proceso.

Casimiro, inspirado por el amor por la viticultura que le fue transmitido por sus ancestros, ha mantenido viva la tradición de hacer vino de manera artesanal. Cada año, selecciona cuidadosamente las uvas y las elabora con técnicas que preservan la esencia de su herencia. Este enfoque no solo garantiza la calidad, sino que también rinde homenaje a la forma en que sus antepasados lo hacían, creando vinos que se disfrutan en reuniones familiares y con amigos.

En Bodegas Peñafalcón, el vino es más que una bebida; es una celebración de la vida, la historia y la familia. La bodega sigue siendo un lugar donde se valoran la dedicación y el amor por el arte de vinificación, ofreciendo a los conocedores y entusiastas del vino una experiencia auténtica y enriquecedora. Cada botella de vino de Bodegas Peñafalcón es un reflejo de la pasión de Casimiro y María José Arranz por su arte, y una invitación a compartir en la rica tradición que ha sido cuidadosamente preservada a lo largo de los siglos.